HISTORIAS DE GAUCHOS
Había una vez unos gauchos que viajaron mucho tiempo para llegar a la casa de Tucumán para ver que estaba por pasar allí.
Los gauchos tenían que parar a tomar agua porque se cansaron ellos y los caballos. Pararon en la pulpería, jugaron a las cartas, tocaron la guitarra y el bombo que les presto el señor de la pulpería.
Uno de los gauchos decidió quedarse porque estaba cansado, el otro siguió su viaje solo y miraba las flores.
De repente se encontró con una china que llevaba a pasear su caballo por el campo. El gaucho le dijo a la china que en el campo había muchos caballos salvajes.
-¿me los podes domar, por favor para mis amigas, así poder cabalgar, tomar agua, salir a pasear a la tarde? preguntó la china.
El gaucho fue a buscar a los caballos, agarró el lazo, lo lanzo a los caballos de a uno , los llevó al río, para domar y allí lo logró. Consiguió enlazar y domar tres caballos y fue al campo de la china a dárselos.
-Muchas gracias por traer estos tres caballos! dijo la china
-De nada! respondió el gaucho.
La china para agradecerle le dio un beso en la mejilla y el gaucho la llevó a pasear en su caballo. Fueron a pasear un tiempo muy largo y se hizo de noche….y se enamoraron, y nunca llegaron a la casita de Tucumán …
Fin de la historia
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